Rendimiento de alumnos de tercer y sexto grado aún es deficiente
Prueba internacional refleja situación al 2006. Ministro Chang confía en revertirla
Por Elizabeth Salazar Vega
Los resultados no buscan reflejar si el alumno comprende lo que lee, el objetivo de la prueba LLESE (denominada así por las siglas del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa) es servir como guía a los gobiernos para que mejoren el nivel de calidad y equidad educativa en sus países, en base a los logros de aprendizaje que demuestran los estudiantes de primaria en matemáticas, lenguaje y ciencias.
Ayer, en coordinación con la Unesco, se presentó el Segundo Estudio Regional y Comparativo (Serce), en la que participaron 16 países, entre ellos el Perú. Más que una guía, para el ministro de Educación, José Antonio Chang, los resultados obtenidos por nuestros estudiantes son una cruda foto de lo que se había avanzado hasta el 2006, puesto que la prueba se aplicó en noviembre de ese año.
"Esta es la foto del momento. Ahora que hemos aplicado reformas en la capacitación docente, y con los cambios en el plan curricular, confiamos que en la próxima evaluación (que se realiza cada cinco años) obtendremos mejores resultados", agregó Chang.
El reto es grande: el desempeño de los alumnos de tercer y sexto grado de primaria en lenguaje y los resultados de tercer grado en matemáticas volvieron a ubicar a nuestro país por debajo del promedio que obtuvo el resto de estudiantes de América Latina. El alivio llega al ver los resultados de matemáticas en el sexto grado de primaria, pues nuestro país alcanza el promedio y se ubica junto a Brasil y Colombia. Lo negativo es el bajísimo rendimiento de nuestros alumnos en el área de Ciencias y Ambiente.
"Tenemos el mayor porcentaje de estudiantes (14,2%) debajo del nivel mínimo de desempeño en ciencias, y eso es grave", señala Hugo Díaz, miembro del Consejo Nacional de Educación.
Pero la evaluación internacional mide otros aspectos interesantes como la igualdad de sexo y las brechas significativas en los logros de aprendizaje entre las escuelas urbanas y rurales. En esto último existen serias diferencias de rendimiento: 87% y 79% en matemáticas y lenguaje, respectivamente, entre los alumnos de sexto grado.
INTEGRAR A LOS PADRES
"Se han estado realizando acciones para elevar el nivel del magisterio, como incrementar las exigencias para la titulación, la entrega de computadoras y de textos escolares, las olimpiadas de matemáticas, entre otras", refiere Chang. Para Martín Benavides, especialista de Grade, lo que se requiere es perfeccionar la capacitación del docente, pues su avance se reflejará en el conocimiento que obtenga el menor, además de definir un modelo educativo acorde con nuestra realidad y que incluya el aprendizaje bilingüe.
Benavides, al igual que Sigfredo Chiroque, del Instituto de Pedagogía Popular, considera que el rol del padre de familia debería ser fundamental para lograr la ansiada calidad educativa. Lograrlo implica que ellos tengan mayor acción además de las Apafa, por lo que el Ministerio de Educación está preparando la entrega de un manual para padres en los que se explique, de modo sencillo, los temas que su niño debe estar en capacidad de aprender de acuerdo a su edad.
"El mejor fiscalizador de la calidad de enseñanza es el padre de familia. Por eso, en julio iniciaremos la entrega de 2 millones 850 mil manuales y lo replicaremos a un mayor número el próximo año", precisó Chang.
Asimismo, dijo que los resultados de las pruebas nacionales, que se seguirán realizando cada año, serán de conocimiento tanto del director, como del alumno y sus padres, con el fin de que ellos mismos evalúen la mejora en su rendimiento.
DEL CONSULTOR
Trabajar más en la calidad (*)
En el primer examen del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (1998) nuestros estudiantes quedaron en penúltimo lugar en lenguaje y antepenúltimo en matemáticas. Esta segunda evaluación muestra muy pocos progresos.
Estamos entre los coleros, con una puntuación inferior al promedio. Solo en matemáticas de sexto grado alcanzamos la media del total de países. Mejorar los resultados educativos es complejo. Depende de los profesores crear un clima favorable para el aprendizaje, lo que supone contar con escuelas dotadas de buena infraestructura, equipamiento, materiales y capacitación adecuadas, evitar la discriminación y desarrollar mecanismos para enfrentar los problemas de distancia entre el hogar y la escuela rural. Invertir más en escuelas y menos en burocracia es una lección que debemos acoger sin descuidar la calidad del gasto. En los primeros años de esta década invertimos varios millones de soles en capacitación, textos e infraestructura. ¿No cabría hacer una evaluación de los impactos de esas inversiones?
El otro factor condicionante son los niveles de pobreza y distribución del ingreso. Aun cuando la pobreza disminuye y mejora el ingreso, somos todavía un país tremendamente desigual. Requerimos de políticas sociales integradas más eficaces.
Para crecer en los siguientes años la apuesta tiene que ser por políticas constantes y decididas de mejora de la calidad. No hay otra salida.
El Perú se ha reincorporado al Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), que el 2009 volverá a medir logros en alfabetización, matemática y ciencias de alumnos de 15 años.
Según el ministro José Antonio Chang, ello permitirá obtener información de la evolución de los aspectos evaluados el 2001, la última vez que nuestro país participó de esta medición.
Entre noviembre y diciembre de este año, el Ministerio de Educación aplicará una nueva evaluación censal a los alumnos de primaria. Los resultados se repartirán a los padres de familia.
(*) Hugo Díaz. Educador
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